Daría mi vida


El tesoro escondido, la moneda encontrada, es para mí una mirada tuya,
que me penetra hasta dentro sanando las zonas más ocultas y oscuras de mi ser.
Una mirada tuya que me aprueba como soy, sin juzgar nada, y me acaricia lentamente.
Una mirada como la tuya que derrite mi hielo, y me devuelve la ilusión de vivir.
Por una mirada tuya daría la vida, Jesús.

Comentarios

Entradas populares de este blog

María

Una palabra tuya basta para sanarme

Ibas a morir