Hay algo

Realmente no podemos corresponder al Amor de Dios más que con su propio Amor
si quitamos los obstáculos y lo recibimos.
Pero hay algo que sí podemos entregar a Dios, y que de alguna manera, sí nos corresponde sólo a nosotros, y es esto:
Una fe ciega, pura, desnuda,
que cree que de lo imposible surge lo posible, y de la muerte la vida.
Esta fe desarma completamente a Dios,
y crece a través de las dificultades y noches oscuras de nuestra vida.



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