Jesús, me agarro a Ti como una lapa
Querido Jesús, soy como una lapa que se agarra y se alimenta de Ti, que eres la Roca. A veces, las olas golpean fuertemente y todo lo que siento me induce a despegarme, separarme y alejarme de Ti. Pero ¡no!, ¡me aferro a la FE!, que es lo que impide que me suelte. Señor a veces estar a tu lado implica temblar, verse sacudido, perseguido, pero no me quiero ir porque te amo. Jesús Tú eres la Roca, yo soy la lapa y el pegamento es la fe. ¡Que así sea! Amén.