Querido Año 2020
No quiero dejar de despedirme de
ti, sobre todo cuando veo que todo el mundo quiere borrarte del calendario y
hacer como que nunca has existido. Todos dicen que están deseando que acabes,
que eres el peor año, el año de virus que debería haber sido eliminado. Y
porque siempre hay que buscar un chivo expiatorio, lo eres tú año 2020 aunque
en realidad no eres nadie ni nada, solo una forma de contar el tiempo.
Yo no quiero olvidarte ni que
desaparezcas como si nunca hubieras existido porque no quiero olvidar a todas
aquellas personas que han muerto durante este año. No quiero olvidar a todas
esas personas que vieron irse su vida sin esperarlo, y que no eran más que un
número en las estadísticas. No quiero olvidar el horror de saber que se estaban
descartando vidas por falta de respiradores. No quiero olvidar el sabor del
miedo esperando cada día una llamada fatídica comunicándome una muerte más.
Y no quiero olvidarlo porque si
no aprendemos todas las lecciones que este año nos ha traído no estaremos guardando
el tributo debido a todas esas personas que han perdido su vida. A todas esas
personas que han dejado aquí a sus hijos y nietos y les gustaría verlos crecer
en un mundo mejor. Eso se lo debemos. Les debemos un mundo mejor.
Y porque necesitamos un mundo
mejor no podemos dejar de despedirnos en condiciones de este año 2020 y repasar
todas las enseñanzas que nos ha dejado. Hemos descubierto la vulnerabilidad del
ser humano y la necesidad que tenemos unos de otros. Hemos aprendido a no dar por supuestas muchas
cosas. Y por tanto es necesario que hayamos aprendido a agradecer. Agradecer
cada nuevo día de vida, cada rayo de sol, cada abrazo, cada beso, una mirada a
los ojos, un gesto amable, una sonrisa.
Hemos descubierto que la vida es
un don gratuito y muy valioso, y parece que no hemos aprendido todavía a
defenderla con la fuerza con que lo merece. La vida del no nacido y la vida de
nuestros mayores, de los enfermos, de los que están desesperados y sufren y
necesitan consuelo y no muerte.
Y digo yo ¿qué más necesitamos
para aprender estas lecciones?
No quiero olvidar año 2020 a
todas aquellas personas que dieron su vida por los demás. Y a todos aquellos que
han ayudado a hacer más llevadera la vida de los que todavía seguimos aquí.
No quiero olvidar todas esas
cadenas de oración que se hicieron por los enfermos. Todas las Misas celebradas, aún en la soledad. Días y noches orando para que se acabara la pandemia. Días y
noches orando para que el hombre comprenda, para que reconozca a Dios como su
creador y Padre, y a los hombres como sus hermanos.
No olvido tampoco a aquéllos que
aún en tiempos de sufrimiento como estos solo han buscado su propio interés e
incluso se han enriquecido a costa de los más débiles.
No quiero olvidar que en este
mundo existe la maldad y la bondad. Y que en momentos así se ponen de
manifiesto. No quiero olvidarlo.
Y ahora cuando miro al Niño Jesús
en el pesebre, tranquilo, dormido, pienso que este Niño acabará colgado en una
Cruz, pero será para el bien de todos los hombres. Por eso no quiero dejar de abrazar
al Niño y no quiero dejar de abrazar la Cruz.
Por eso Año 2020 no quiero dejar
de despedirme y abrazarte, aunque hayas sido un año de Cruz.
Totalmente de acuerdo. Muy auténtica bella reflexión.
ResponderEliminarUn saludo
Así es, gracias por hacer que me diera cuenta de los que se han ido. Para mí sacando el encierro, fue bueno el 2020, trabajo con gente buena y ya soy grande, el señor me dio ese trabajo porqué con mí jubilación no hubiera podido vivir. Gracias Jesús por todo lo que me diste, tu perdón por no ver cuántas vidas se fueron y yo estoy. Perdón por no poder hacer más por la vida, y no por la muerte de bebés. Te amo
ResponderEliminarMuy buena reflexión padre en realidad comparto ésta carta con lo mismos que para mí el Año 2020 asido un año de aprendizaje y censaciones que nunca lo hemos vivido y doy gracias a Dios por todos aunque aveces no comprenda todo pero se que mi vida y la de los demás ésta en manos de todo poderoso .
ResponderEliminarBuenos días, bendiciones. Pues le doy gracias a Dios porque a pesar que soy inmigrante (Me tocó salir de Venezuela siento colombiana) y el Señor nos ha auxiliado mucho. Vendo comida
ResponderEliminarMás que reflexión, un aprendizaje que me deja ver lo que siempre he creído que de cosas negativas o malas se pueden obtener aún cosas mucho más buenas y mejores y que ambas son complemento de la vida. Esto es una enseñanza, un aprendizaje pero sobre todo un llamado de atención para volvernos a Dios Padre que es camino, verdad y vida solo con Él somos capaces de aceptar el sufrimiento y la cruz de cada día. Un abrazo.
ResponderEliminarHermosa reflexión. Gracias por iluminar. Definitivamente existen mil una razón por las cuales no podemos, ni debemos olvidar el año 2020, yo no quiero olvidarlo, ni dejar de despedirme de el, ni mucho menos agradecer por las cosas buenas y dificiles que vivi, quiero abrazarlo, aunque hayas sido un año de Cruz y recibir el nuevo año con fe, esperanza y amor.
ResponderEliminar" El hombre sin Dios es nada. Dios sin el hombre sigue siendo Dios. Este año fue un año de aprendizaje y de volver la mirada a Dios. Me di cuenta de la fragilidad humana de como un virus cambió la vida del mundo. Para mí fue para bien. Volvió la vida familiar el almuerzo juntos, la oración, extrañar nuestros amigos el compartir. La solidaridad y la ayuda al más necesitado.Me di cuenta que el dinero no puede comprar la salud ni la vida. Que nuestro refugio y fortaleza es Dios. Gracias Padre Santo por el 2020. Llore mucho pero también ORE mucho.
ResponderEliminarDe acuerdo. No olvidar el año 2020, un año de cruz, donde Dios nos hablò con su infinita misericordia y seguimos sin escucharle, viviendo de espalda a Él.
ResponderEliminarLa verdad que fue un año muy duro, mi hija sumida en la depresión intentó acabar con su dolor y fue eso para mí un dolor inmenso, me sentí un fracaso como madre, empezamos a hablar un poco más y parecía que todo podía recomponerse pero otra vez siento que pone un muro entre nosotras, le ruego a Dios que abra los oídos de su corazón, que pueda escuchar como el mío reza por ella para que redescubra el amor de Dios y el de su familia que siempre estará para ella. Creí que el 2020 había sido un año de aprendizaje pero temo que no aprendimos lo suficiente y no quiero verla así, desesperanzada, sin motivaciones ni alegría. Quisiera haber aprendido más para arrancarla de esa tristeza.
ResponderEliminarSiempre le eh recalcado a mi esposo y a nuestras hijas o a quien se queje o pida un concejo, "De lo malo, siempre, se saca lo bueno y el señor no da problema sin solución" esas son mis frases siempre, viviré eterna mente agradecida con nuestro señor, este año 2020 por estar en mi hogar más unidos y en Oración juntos, no solo por los míos, por los demás y hasta por quienes no quieren vernos bien, sobre todo por que todos gozamos de salud y su bendición, este año de reafirmación en la fé, para algunos y aprendizaje y temores para otros, que se creían muy valientes.
ResponderEliminarbuen dia excelente reflexion la pegare en mi muro para que la puedan disfrutar e internalizar como lo hice yo Dios le siga guiando
ResponderEliminarAbsolutamente cierto, que linda reflexión Gracias por todo 🕯🙏🙏🙏
ResponderEliminarGRACIAS 🙏
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