¿Te lo dijo Dios?


" Yo conocí una persona que, teniendo estas locuciones
sucesivas, entre algunas harto verdaderas y sustanciales que
formaba del Santísimo Sacramento de la Eucaristía, había algunas
que eran harto herejía. Y espántome yo mucho de lo que pasa en
estos tiempos y es que cualquiera alma de por ahí con cuatro
maravedís de consideración, si siente algunas locuciones de éstas
en algún recogimiento, luego lo bautizan todo por de Dios, y
suponen que es así, diciendo: "Díjome Dios"," respondióme Dios"; y
no será así, sino que, como habemos dicho, ellos las más veces se
lo dicen.
Y allende de esto, la gana que tienen de aquello y la afición que
de ello tienen en el espíritu, hace que ellos mismos se lo respondan
y piensen que Dios se lo responde y se lo dice. De donde vienen a
dar en grandes desatinos si no tienen en esto mucho freno y el que
gobierna estas almas no las impone en la negación de estas
maneras de discursos. Porque en ellos más bachillería suelen sacar
e impureza de alma que humildad y mortificación de espíritu,
pensando que ya fue gran cosa y que habló Dios; y no habrá sido
poco más que nada, o nada, o menos que nada. Porque lo que no
engendra humildad, y caridad, y mortificación, y santa simplicidad, y
silencio, etcétera, ¿qué puede ser? Digo, pues, que esto puede
estorbar mucho para ir a la divina unión, porque aparta mucho al
alma, si hace caso de ello, del abismo de la fe, en que el
entendimiento ha de estar oscuro, y oscuro ha de ir por amor en fe
y no por mucha razón.
Y si me dijeres que ¿por qué se ha de privar el entendimiento de
aquellas verdades, pues alumbra en ellas el Espíritu de Dios al
entendimiento, y así no puede ser malo?, digo que el Espíritu Santo
alumbra al entendimiento recogido, y que le alumbra al modo de su
recogimiento y que el entendimiento no puede hallar otro mayor
recogimiento que en fe; y así no le alumbrará el Espíritu Santo en
otra cosa más que en fe; porque cuanto más pura y esmerada está
el alma en fe, más tiene de caridad infusa de Dios; y cuanto más
caridad tiene, tanto más la alumbra y comunica los dones del
Espíritu Santo, porque la caridad es la causa y el medio por donde
se les comunica.
Y, aunque es verdad que en aquella ilustración de verdades
comunica al alma él alguna luz, pero es tan diferente la que es en
fe, sin entender claro, de ésta cuanto a la calidad, como lo es el oro
subidísimo del muy bajo metal; y cuanto a la cantidad, como excede
la mar a una gota de agua. Porque en la una manera se le
comunica sabiduría de una, o dos, o tres verdades, etc., y en la otra
se le comunica toda la Sabiduría de Dios generalmente, que es el
Hijo de Dios, que se comunica al alma en fe."
San Juan de la Cruz en Subida del Monte Carmelo

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